La maternidad es en si el proceso de re hacernos como mujer, de vernos reflejados en ese otro tan vulnerable y delicado, que sin nosotras se hace nada, esa postergacion es inevitable pero nos enriquece como mujer.
Reconozco no reconocerme en el espejo cuando veo esas ojeras inmensas y esa barriga que parece un delantal, esas estrias que quedaron de la ultima crecida de panza gracias a la cual mi hija Fernanda pudo crecer y estar hoy con nosotros.
La postergacion inevitable que si me da mucha pena es la que se lleva mi hija menor por yo tener que atender seguidamente a mi primogénita, claramente Rosario se da cuenta de todo, Fernanda no, y no se si bien o mal pero tiendo a seguir mas las necesidades de Rosario que de Fernanda, eso ya repercutió en nuestra lactancia pero estamos trabajando para salir adelante.
NO merece nada menos que la mejor alimentacion de todas: su leche de mamá.
La postergacion se repite en distintos momentos, pero se atenua hacia la noche cuando mi pequeña Fernanda descansa agarradita a su teta despues de sus mamadas nocturnas, donde la contemplo en su totalidad y la beso energicamente por todo lo que en el dia debo reprimirme muchas veces.